ENTREBOLLOS: Un nuevo concepto de la panadería tradicional

Desde muy joven la gastronomía atrajo a Julieta. Fantaseaba con tener un negocio, quizás su propio café. El camino que encontró la guió en sus primeros estudios, es Licenciada en Tecnología de los alimentos, para trabajar durante 10 años en Calsa, una empresa dedicada a la producción y comercialización de levadura, lo cual le sirvió como plataforma para conocer el mercado y desarrollar la experiencia necesaria para llevar adelante su proyecto. La panadería primó sobre la cafetería. Fue comprendiendo que la panadería argentina era muy buena en su producción pero no consideraba las necesidades del consumidor. “Cuando abrimos Entrebollos nos propusimos revalorizar la panadería argentina, en ese momento la panadería francesa estaba muy de moda en Buenos Aires, pero teníamos claro que ese no era nuestro camino.” nos cuenta Julieta, convencida que el momento de concretar su proyecto había llegado. 

Inés, en cambio, llega a Entrebollos por otro recorrido. Ingeniera Agrónoma y más tarde Paisajista, trabaja por varios años exitosamente en su estudio de paisajismo cultivando su veta artística que luego aplicará en Entrebollos. Pero también era consciente de su necesidad de experimentar el área comercial. Así fue como sus caminos se cruzaron y surgió Entrebollos como una síntesis de forjar una panadería moderna y aggiornada. Sus experiencias pasadas se ven reflejadas en sus diferentes roles. Julieta coordina la producción e Inés  la venta, dándole su toque estético característico. De allí que se destaca la elaboración a la vista, la presentación de sus productos, la calidez del espacio y la atención personalizada. 

¿Cómo fueron sus comienzos? 

Julieta: Nuestro primer local, que nació en 2017, fue muy chiquito, de 29 metros cuadrados, en San Isidro. Hicimos toda la inversión nosotras formando un pequeño equipo con un panadero y una chica en la atención, trabajando al principio 12 horas al día. Inés atendía y yo producía. Por suerte la gente del barrio siempre nos acompañó, así que poco a poco fuimos creciendo, primero en personal y después al año tuvimos la oportunidad de alquilar el local de al lado para poder expandirnos. 

¿Qué los atrajo de la zona de Nordelta?  

Inés: Nos pareció que ya teníamos suficiente experiencia y conocimiento del negocio y estábamos con ganas de crecer. Teníamos muchos clientes de Nordelta que nos compraban tanto en el local como por delivery y que nos pedían estar más cerca. Durante la pandemia los deliveries aumentaron muchísimo, como también nuestra clientela en la zona, por lo que evaluamos la posibilidad de un segundo local. Yo soy de Nordelta, conozco al público de la zona, lo importante era encontrar una ubicación precisa. Encontramos este local que si bien había que hacerle mucha obra nos ofrecía un enorme potencial. 

¿Cuál es la propuesta de Entrebollos Nordelta? 

Julieta: Para nosotras lo más importante era conservar uno de nuestros principales valores: la producción a la vista. Para esto replicamos y expandimos la producción que teníamos en San Isidro, duplicamos el personal y la maquinaria para asegurar que cada producto se realice en el local donde se vende. De hecho nos preguntan mucho por franquicias, pero estamos convencidas de que primero necesitamos tener la experiencia necesaria para manejar múltiples locales sin perder la artesanalidad de la producción. Es primordial que el cliente pueda comprar lo que ve que están haciendo en el local. En San Isidro, que es más barrio, nos pasa muy seguido que nos digan ”vine por el olor, imposible no entrar” y eso creemos que es un valor fundamental de una panadería. 

Inés: Si bien el local de Nordelta es nuevo, inauguramos en febrero, tenemos la suerte que las personas que vienen vuelven. Acá pudimos abrir un lugarcito para tomar un café, valor agregado a nuestra propuesta. Tenemos también un amplio estacionamiento, por delante y por detrás del local, que permite a los clientes hacer tranquilos sus compras. Beneficio importante al estar sobre la ruta 27. 

¿Cuál es su producto estrella? 

Inés: ¡Tenemos tantos que es difícil elegir! Pero sí te puedo mencionar dos productos que producimos desde que abrimos en San Isidro y siguen siendo los más vendidos. Como producto salado: los Chipás, que salen calentitos durante todo el día. Y como producto dulce: el Carrot Cake, que lo alaban como uno de los mejores y es uno de nuestros grandes orgullos. 

Hablar con Julieta e Inés es comprender la gran pasión que existe detrás de este negocio.  Entrebollos nació de los sueños compartidos entre dos socias y creció con su trabajo y esfuerzo, nutrido por el apoyo incondicional de ambas familias. Más que un negocio es un sueño compartido hecho realidad. 

Entrebollos Nordelta. 

Instagram @entrebollos 

Abrimos de martes a sábados de 8 a 20 hs y domingos de 8 a 19 hs 

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