¿Cómo definir o explicar tu trabajo?
Mi formación es médica. Soy psiquiatra y psicoterapeuta y asesor organizacional (en el área psicológica) para empresas como 3 Ases, Di Pasquo, El Pulqui y Pietropaolo Consultora, sita en el litoral. Fui director de tres cátedras de la Carrera de Psicología de la Universidad de Flores. Trabajé en una institución psiquiátrica donde organicé pasantías para alumnos de pregrado, siendo director médico. Fui docente en una Escuela de Counseling. También estuve como médico en más de una institución en temas de adicción y de trastorno del desarrollo en un centro educativo terapéutico. Mi padre fue quien trajo al análisis transaccional a Iberoamérica, es el doctor Roberto Kertesz y fue el fundador de la Universidad de Flores.
Te criaste con tu padre que es un referente y un pionero en el tema.
Sí, él tuvo una idea de avanzada: hacer de la psicoterapia, un entrenamiento para la autocuración; no todos alcanzaron a comprender la enorme dimensión de eso. Para ello escribió un libro: Plan de Vida, accesible en la Universidad de Flores.
¿Cuál es la idea de base?
Este libro de Plan de Vida tiene como objetivo poder enseñarle a una persona habilidades para enfrentar sus síntomas y cambiar por completo su posición frente a su problema mental. O sea, aprender habilidades para superar el síntoma, Eso implica un nuevo rol para el enfermo, más activo y protagónico. Pasa de sufrirlo porque no tiene esos recursos, a detectarlo y superarlo, similar a alguien que hace artes marciales cuando lo están atacando o un esquiador pendiente abajo. Yo lo aggiorne, agregando el concepto central: El Yo Testigo, ese centro interno que tenemos que conocer. Estoy pensando en armar una aplicación, similar a un videojuego, en donde uno jugando, se cure.
No debe haber mucha gente exenta a un ataque de pánico, más que nada en esta sociedad post pandémica.
El ataque de pánico en realidad nunca va a producir una condición clínica de riesgo de vida. Pero hay personas cuando entran en lo que se llama el trastorno por pánico, en algunos casos, que no es la mayoría, podrían llegar a poner su propia vida en riesgo. De hecho, tuve pacientes que tenían ideas autolíticas, o sea de quitarse la vida porque no toleraban la repetición.
¿Vos en tus terapias le das las herramientas a las personas para que puedan trabajarlo y superarlo?
Si, vamos a quedarnos con el ataque de pánico. En este momento, el enfoque electivo más comúnmente considerado como tal, es la suma de la psicoterapia conductual, más el uso de ciertos psicofármacos que pueden ser un antidepresivo del orden de los IRSS o inhibidores de la recaptación selectiva de serotonina, o bien una benzodiazepina de alta potencia. Entonces el uso de la combinación de la medicina con la psicoterapia se considera más efectivo que el uso aislado de cualquiera. Desde este punto de vista, lo que le falta a este enfoque, a mi criterio, es lo que se llama la adquisición del Yo Testigo. En cierto tipo de disciplinas, como es EMDR, que es una técnica empleada para tratar el trauma. En Estados Unidos, es la técnica electiva para traumas mentales. El proceso realizado en EMDR se apoya en algo muy similar al Yo Testigo ubicándose en lugar interior de tranquilidad ampliada, así enfrentar los síntomas desde una distancia psíquica mayor. En otras palabras, puedo verme en medio de un ataque de pánico sin quedar atrapado, como si tuviese esa disociación terapéutica.
Nombraste varias veces el yo testigo. ¿Podrías desarrollarlo?
Freud y Jung, por ejemplo, que son exponentes de lo que sería la psicología occidental por excelencia, fueron influenciados por Oriente, especialmente Jung, quien habla del inconsciente colectivo. Y hay otros terapeutas como Roberto Assagioli, fuertemente transpersonal, salido inicialmente del psicoanálisis. Ellos hablan de la adquisición de estados superiores de conciencia, como hablaba Gurdjieff, por ejemplo, y sus discípulos como Ouspenski. Estudié bastante al respecto con Perla Herstein, que es la representante de los movimientos del Trabajo, de Gurdjieff en Argentina. Ella es una persona certificada en esos movimientos, es una persona que admiro. Y hablan de la adquisición de un “mayordomo”, como si bien no es el “dueño de casa”, es como su presentante y eso es fundamental. Y administra la casa.
Cuando no tenemos un Yo Testigo, la persona no puede mantener distancia entre su Self y sus contenidos mentales, como reza el dicho centroamericano ¨ni tan lejos que no alumbre al Santo, ni tan cerca que lo queme¨. Entonces esa distancia óptima es la que uno necesita para sentir el sabor del síntoma y al mismo tiempo poderlo manejar. Y eso se puede entrenar, la adquisición del Yo Testigo. No hace falta ir al Tíbet, eso se puede adquirir en 15 minutos. Una vez que se adquirió, como todas las cosas, uno necesita millaje u horas de vuelo, de práctica.
Hay tres polos. ¿Nos podrías puntualizar cada uno de ellos?
Si: 1) Psicoterapia, 2) Conexión con lo espiritual y 3) Los Desafíos. Pero si uno tuviera que empezar del polo más básico al más sofisticado, empezaría por el psiquiátrico psicológico donde lo que tocamos es la personalidad porque una persona puede tener un trastorno del juicio, un trastorno emocional o un trastorno en los valores. Porque la psicopatía en cierta forma es un trastorno moral. Por eso en la religión se habla del arrepentimiento, que es cuando ven el mundo desde otro lugar y dicen: ¿qué estoy haciendo? Y cambian. Y eso también es un trastorno. El segundo polo sería el espiritual, donde ya no es una cuestión psicológica de analizar qué me pasó en el pasado o qué hago en el presente, sino de contactar con mi yo más sabio, o podríamos llamarlo tu Camino de Luz. Dios. Una persona lo puede entender desde su fe. Y el último sería el polo de la manifestación porque una persona va a poder encontrar su lugar, sobre todo si está sometido a un cierto desafío, un riesgo controlado, como es la práctica de un deporte o también un desafío de encontrar su creatividad a través del arte. Por ejemplo, llevando adelante una actividad deportiva, como puede ser algún deporte acuático o terrestre, siempre y cuando se involucre y lo haga sistemáticamente y que no sea simplemente un pasatiempo.
Son varios aspectos. Es fundamental el Sangha: la noción de un Nosotros de Valor. Yo no estoy solo. Por eso me contacté con distintos profesores de arte y de deportes, como Cristina Guerrieri, Daniel Sabaté, el gimnasio Viken y con varios de la zona. El motivo es muy sencillo y profundo: coincidimos en el modo de pensar. Son referentes que comulgan con la idea de la transformación espiritual y el polo de su manifestación, a través de los deportes.
Es transformar por completo el concepto de psicoterapia. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente consiste en pasar de una psicoterapia que ubica a la persona en un lugar de enfermo al de una persona activa, protagonizando su propia curación y de esa manera salir de la rueda de la repetición.
Que en esto coincide si uno quiere dar una visión amplia del concepto de la repetición espiritual como el Karma, donde si no “paso de grado,” repito.
Pasar de la patología mental a un estado de habilidad para transitar ese mundo mental de conflicto. Por ejemplo, una vez yo tuve un ataque de pánico. En lugar de yo sufrir esa irrupción inesperada de falta de aire, palpitaciones, y temor a enloquecer que caracteriza los ataques de pánico, mantuve una actitud observacional…si, te diste cuenta, mi Yo Testigo, jajaja (nos reímos). Después de esa vez, no volvieron los ataques de pánico nunca más…desde hace 24 años”, Un atleta esquiando o un luchador, es que de golpe está enfrentando un estrés externo, pero sabe posicionarse frente a ese estímulo aterrorizante de una manera adecuada.
Entonces, resumiendo, un tratamiento completo debería cubrir los 3 aspectos o polos: la psicología/psiquiatría, la sanación espiritual y los desafíos de crecimiento a través de deportes. Somos mucho más profundos y completos de lo que creemos y mi misión es recordártelo y facilitártelo.
Por Leonardo Gómez
Fotografías Laureano Pérez