En medio de la dicotomía entre lo físico y lo saludable, entre ocupar el tiempo de ocio y darle salud al cuerpo, Obsan Sosa propone una solución única y fascinante: disfrutar y sanar bailando. Con gran talento y habilidad, este joven venezolano ha sido capaz de hacer retroceder 20 años el calendario y guiar a personas de todas las edades a sanar las heridas del alma, del cuerpo y del corazón de un modo maravilloso: BAILANDO, como solo Obsan Sosa lo puede hacer.
Es la combinación perfecta de la magia de la música y el baile, una alquimia que alimenta y cura el cuerpo de una manera maravillosa.
Obsan Sosa nació en Ciudad Guayana, Estado Bolívar, Venezuela, y es un emprendedor nato. En su país de origen, estudió y se preparó en educación integral, nutrición deportiva, entrenamiento personalizado, wellness coach, baile y nuevas tendencias fitness, entre otras disciplinas, al tiempo que encaraba distintos emprendimientos, desde la organización de eventos deportivos fitness y la comercialización de ropa y accesorios para el gym, hasta la puesta de una arepera restaurante, la compra venta de vehículos y la comercialización de publicidad. Pero fue trabajando como minero en las minas de Venezuela cuando creó el proyecto que hoy es central en su vida. “Gracias a la paz de las montañas cree Vailife”, nos dice Obsan.
Pero no nos adelantemos…
Contanos un poco sobre tu infancia…
Desde niño fui muy soñador, amaba la navidad, tenía un talento nato para bailar y cuando iba a los cumpleaños ganaba los concursos de baile junto a mi hermana melliza Obsuglay. Mis padres, Susana y Obdulio, influyeron muy positivamente en mi educación, me dieron principios y valores de vida que hoy son mi motor.
Ambos sembraron en mí una educación muy hermosa. Ser amable y sentarme derechito en una casa ajena, por ejemplo, es algo que sigo aplicando. Mi madre me transmitió la importancia de hacer el bien para que nos vaya bien en la vida; y a mi padre le debo el amor que siento por la lectura. Actualmente procuro hacer todos los días al menos un acto de bondad con alguien que lo necesite, y sigo alimentando mi alma con buenos libros de motivación, superación personal y espiritualidad.
Pero el fin de la infancia te puso frente a un desafío que iba a marcarte…
Sí, así es, porque en mi adolescencia comencé a sufrir de sobrepeso, y esto, sumado a la condición de Asperger que poseo, generó mucho bullying a mi alrededor. A los 15 años mi padre me inscribió en un gimnasio y fue el mejor regalo que me pudo dar en la vida. Al entrar por primera vez al gym, quedé maravillado, fue amor a primera vista. Entrenar logró que al poco tiempo el bullying cesara, y, además, me quedó claro que mi propósito de vida tenía que ver precisamente con ayudar a muchas personas a encontrar el bienestar físico, mental y espiritual que yo logré.
¿Qué diferencia hay entre aceptarse a uno mismo y tratar de cambiar lo que a uno no le gusta?
Creo que la aceptación es clave para salir de la tormenta, sin embargo, pienso que no debemos caer en la conformidad. Yo acepté mi problema con el sobrepeso pero trabajé incansablemente para construir mi mejor versión, y esa es la meta: cada día ser mejor que ayer. Buscar siempre la excelencia.
Con base en tu experiencia con el bullying, ¿cómo creés que debe combatirse?
Pienso que hay que atacar al bullying de raíz, y la raíz es la casa.
Hay dos escenarios: el primero es criar hijos fuertes y seguros, ya que son precisamente los niños débiles los afectados. El segundo escenario es educar y corregir a tiempo a niños que den señales de soberbia y altivez. De todas maneras, un buen marinero no se hace en aguas tranquilas…
Hablaste de aguas tranquilas, pero antes hablaste de tormentas…
Sí, porque en una época de mi experiencia como emprendedor, al tiempo que inauguraba la arepera restaurante, me centré tanto en los negocios que llegué a perder el norte de mi salud. Dejé el gimnasio, dejé de dar clases, y comencé a comer compulsiva y desordenadamente, sin poder hallar la forma de detenerme; literalmente, sentía que iba a estallar en cualquier momento. Esto ocasionó un aumento alarmante en mi peso, que llegó hasta 125 kg.
Pero fue en este ciclo gris que tuve mi primer despertar espiritual y descubrí mi propósito de vida. A partir de ese momento, en aras de recuperar mi salud en general, comencé a trabajar en crear Vailife Wellness, llegando a bailar hasta 14 horas diarias por un año continuo. En esta época también apliqué mis conocimientos en materia de nutrición deportiva logrando adaptar nuevos hábitos de alimentación a un nuevo estilo de vida activo que me ayudó a perder 40 kg. en 1 año y otros 10 kg adicionales posteriormente. Tiempo después, creé un nuevo proyecto llamado LipoPlanFit, un programa fácil, seguro y natural para ayudar a muchas personas a lograr lo que una vez fue mi sueño: bajar de peso para siempre. Hoy en día este programa cuenta con más de 300 testimonios de éxito.
Hoy en día, ¿cómo te definirías? ¿Emprendedor, bailarín, gurú del fitness, alquimista, resiliente..?
Es una pregunta muy interesante y me recuerda la siguiente historia: hace muchos años, un tanto cansado y aburrido juré no volver a dar clases de baile ni usar mis zapatos deportivos a menos que surgiera un proyecto realmente significativo. Luego leí “Piense y hágase rico”, donde Napoleón Hill explica que todo emprendedor debe aprender a identificar sus fortalezas o talentos, y luego aprender a transmutarlos en dinero en efectivo. Solo debía simplemente pensar… y al poco tiempo nació Vailife Wellness.
Soy un chico trabajador y procuro llevar una vida austera y disciplinada, no fumo, no bebo alcohol ni me desvelo, y consumo una alimentación saludable. Pienso que mi fe es el motor que desencadena los milagros en mi vida, dando paso a toda la belleza que me rodea, a todo lo maravilloso, a la conexión que construyo con personas que surgen mágicamente para convertirse en parte de mi hogar lejos de casa, en una extensión de mi familia.
Por otro lado, soy perfeccionista, a veces demasiado duro conmigo mismo. Por ejemplo, yo estuve 10 años sin celebrar mi cumpleaños, porque me dije que hasta que no tuviera en mi poder un proyecto con mucho éxito, no iba a celebrarlo.
Ahora estoy celebrando la vida, me siento más pleno, me siento feliz, contento con los resultados. Me gusta fluir con el proceso de la vida.
Nunca me he considerado ni me veo como bailarín; soy un emprendedor de fe muy resiliente que baila, conecta y transforma vidas.
¿Cómo descubriste esta pasión por emprender?
Mi paso por la universidad, cursando Educación Integral por medio de una beca deportiva, me sirvió para darme cuenta de cuál sería el oficio que quería ejercer por siempre: quería ser emprendedor. Esto gracias a que un profesor puso como tarea para el examen final del último semestre: leer y estudiar el libro “El vendedor más grande del mundo”, de Og Mandino. Quedé fascinado con ese libro.
Desde allí comencé una gran aventura de lecturas de diferentes libros de motivación, autoayuda, superación personal y educación financiera, como “Piense y hágase rico”, “El alquimista”, “Fórmulas para alcanzar el éxito”, “El secreto”, “El poder de la intención”, entre muchos más. Fueron lecturas que me ayudaron años después a materializar varios proyectos.
Y el principal emprendimiento, el que hoy nos ocupa, es Vailife. ¿Cómo lo describirías en pocas palabras?
Vailife es un programa de entrenamiento de baile fitness que maneja 12 géneros musicales, entre ritmos latinos y no latinos, que ayuda a todo aquel que lo practica a mejorar su bienestar físico, mental y espiritual. Básicamente, es una terapia maravillosa de sanación emocional a través de la magia del baile caribeño. Hoy en día somos una gran comunidad que crece en Nordelta.
Pero nació en Venezuela…
Exacto. En el 2015 inauguré el Centro Vailife en mi país natal, y con gran éxito. A los 6 meses le siguió la inauguración de la tienda deportiva Vailife, y en el 2017 inauguré Vaimarket.
En todo el tiempo que Vailife funcionó en Venezuela, de 2015 a 2018, me aboqué a labores sociales, sembrando esperanza y alegrando corazones con la magia de Vailife en centros oncológicos, orfanatos y centros de reclusión femenino; y también organizamos varios eventos deportivos para ayudar en sus tratamientos a niños con cáncer. En Argentina continué estas labores que tanto alegran mi alma.
Desde el 2015 y hasta el 2018 recibí cada año consecutivamente el galardón –8va Estrella de Venezuela– como “Joven emprendedor fitness del año”.
¿Cómo tomaste la decisión de venir a Argentina?
Siguiendo las señales, como el alquimista. Literal.
El Alquimista es un libro que marcó un antes y un después en mi vida. Esta obra maravillosa de Paulo Coello me ayudó a saber seguir las señales del universo para poder manifestar mis sueños en tiempo récord.
Entonces, fue por medio de una señal que recibí en Venezuela en el 2018.
¿Cuál fue esa señal?
Yo había pedido al universo una señal luego de un viaje fallido a Panamá, y la recibí en el gimnasio, en enero del 2018. Mientras entrenaba, saludé a un amigo físico culturista llamado Eduardo Borrero quien me dijo: “me estoy preparando para ir dentro de poco a Argentina, ¿quieres venir?”, y exclamó: “¡Vámonos, moustruo!” Yo le dije que sí, pero que no estaba listo aún y que cuando lo estuviera le iba a escribir. Terminé viajando un año después, llegué a Argentina en enero del 2019.
¿Cómo fue tu llegada al país?
Yo había leído “El Alquimista” y me había metido en el papel. A partir de ese momento yo era un alquimista y rápidamente comencé a identificar señales, porque son patrones que están en todos lados. Es un tema complejo de explicar, pero yo he creado a través del poder del pensamiento todo lo que me rodea, porque todo esto yo lo visualicé y llegué acá buscando esta red de conexiones con personas tan maravillosas. Hoy, todas ellas están colaborando de una manera mágica, poderosa, y hermosa a construir este proyecto que ya no es solo mi sueño, sino el sueño de todos.
Cuando llegué a Argentina, primero me asusté, pero luego me dije: “Estás listo, el momento llegó, es tu momento” y salí así, listo para ver las señales. En 4 meses me mudé seis veces, dejando incluso los depósitos, porque tenía que hacerle caso a las señales. Yo sabía que Dios, el Universo, no me iban a dejar solo; sabía que me respaldaban desde arriba, que había una Inteligencia Superior que estaba conmigo y me acompañaba.
Desde el primer día que llegué a Argentina comencé a visualizar mi imagen y proyecto en grandes carteles; pero cuando llegué a Nordelta, quedé maravillado con Bahía Grande y decreté: ¡aquí voy a vivir y voy a desarrollar Vailife!
Sé que la palabra es muy poderosa, creo en la ley de atracción y practico el pensamiento positivo todos los días de mi vida desde hace 10 años. Además, una de las claves para que nos encuentre el éxito es estar en el lugar correcto, como lo decía John D. Rockefeller . Al llegar a Nordelta trabajé 6 meses en Viken Gym, gimnasio que me abrió sus puertas con mucho amor y al cual estoy muy agradecido.
Poco más de un año después de tu llegada, apareció la pandemia de coronavirus y la cuarentena… ¿cómo la viviste?
Antes del encierro, en enero, me contrató el Sportclub Remeros y Club Nordelta, di clases allí un mes y medio, y después vinieron las clases online, totalmente gratis.
Di unas 100 clases para ayudar a las personas en ese tiempo complicado. Fui uno de los primeros en dar clases online como terapia en ese momento. Y eso vuelve. Soy muy creyente de que cuando ayudas, te ayudas. Entonces, todo siempre vuelve multiplicado.
Luego del encierro pude concretar mi proyecto Vailife Wellness Center en la Bahía de Nordelta. Aquí hemos cumplido dos años de exitosas labores y, lo más importante, dos años alegrando y transformando muchos corazones y almas.
¿Qué es Vailife Wellness Center?
Es un centro integral especializado en baile, entrenamiento y pérdida de peso a través de nuestro programa LipoPlanFit, para personas de todas las edades que buscan calidad de vida y diversión, ya que las coreografías y rutinas son sencillas y fáciles de seguir.
Aquí las personas, más allá de buscar un beneficio físico, vienen a buscar un beneficio mental, espiritual y emocional. En eso hacemos énfasis: primero es la sanación emocional, nos encargamos de sanar o restaurar lo más importante, lo interno, lo que está dentro, porque como es adentro, es afuera.
Así fue en mi experiencia: yo primero me encargué de sanar heridas, sanar lo que más me dolía en mi interior, lo que más ruido me hacía; y una vez que yo pude sanar y corregir eso que me aquejaba por dentro, fue que le di paso a la sanación externa, porque inmediatamente mi cuerpo comenzó a sanar en lo externo, comencé a bajar de peso inmediatamente.
Yo siempre he dicho que son energías invisibles, mágicas, que no las puedes ver pero las sientes; y una vez que las personas comienzan a bailar, comienzan a sanar, comienzan a conectar con nuestras energías positivas, con nuestro mensaje positivo: ahí comienza de una vez su ciclo de sanación. El baile es la mejor terapia de sanación.
¿Qué ventajas tiene el baile sobre, por ejemplo, una rutina de ejercicios o el running?
Las ventajas físicas son múltiples: músculos y huesos más fuertes, mejor equilibrio y coordinación; ayuda a tonificar y bajar de peso, mejora el sistema cardiovascular y cardiorrespiratorio y muchas más…
Pero pienso que las ventajas más importantes son las mentales y espirituales. Porque el funcionamiento externo también es un reflejo de cómo está funcionando nuestra mente y cómo son nuestros pensamientos. Cuando bailamos, nuestro cerebro libera, entre varias hormonas, las endorfinas, llamadas también hormonas de la felicidad, lo que incide directamente en la reducción del estrés y la ansiedad, la posibilidad de olvidar muchas preocupaciones y sentirte alegre y contento por horas.
En pocas palabras, bailar es una terapia poderosa de desconexión del mundo exterior que nos conecta con nuestro ser.
¿Cómo son las clases? ¿Qué características tienen? ¿Hay límites de edad?
Las clases están adaptadas a las necesidades de todas las personas porque están compuestas por coreografías con pasos muy fáciles de seguir. Lógicamente, a todas las personas que entran por primera vez yo les digo: “paso a paso, a tu propio ritmo”. Y si veo que tienen algún problema de coordinación, les digo: “mira, ve tranquila o tranquilo, todos comenzamos así, yo comencé así, lo importante es no darse por vencido”.
Yo recomiendo siempre 10 clases continuas, dos semanas consecutivas; en 10 clases, la persona ve unos avances tremendos en cuanto a la coordinación.
Tomamos adolescentes a partir de los 15 años y próximamente vamos a ofrecer clases para niños. Aparte de eso, no hay límites de edad.
¿Qué crees que viene a buscar la gente en el Vailife Wellness Center y qué te gustaría que se lleven?
Pienso que todas las personas, más allá de venir a bailar, vienen a buscar un momento de paz y diversión que las ayude a conectar consigo mismas. Al poco tiempo, desarrollan un ritual personal muy poderoso de amor propio como medio para mimar su alma. En Vailife entienden la importancia de aprender a priorizarse y amarse para poder estar bien y así luego asegurar el bienestar de todo lo que las rodea. Y ese justamente es el mensaje principal que quiero que se lleven: cuando comprendemos que al amarnos cuidamos a los que amamos, hemos entendido todo, y justamente es allí donde comienza el verdadero cambio.
¿Qué planes tenés para el futuro de Vailife?
Próximamente voy a inaugurar Vailife Wellness Center en el edificio Estudios de la Bahía, que, la primera etapa, contará con 250 metros cuadrados y un gran salón de clases, tienda fitness, cafetín, oficina con el programa LipoPlanFit, y un Spa de medicina estética con la Dra. Mariangel Jiménez.
Contaremos con una gran ventaja en ese lugar gracias a nuestro acceso directo a la calle. Si hemos experimentado un crecimiento significativo hasta el momento, estamos convencidos de que lograremos el doble o incluso más de los resultados alcanzados hasta ahora.
Y además, estamos muy emocionados con el próximo lanzamiento de un nuevo proyecto comunicacional: VAILIFE RADIO, una radio online que cuenta con APP para Android y iOS…
Y en este punto no podemos dejar de mencionar a Ximena Arévalo, ¿no es cierto?
Totalmente, porque el universo me presentó a Ximena, ella comenzó acá como parte de la comunidad, bailando, entrenando, y le encantó tanto toda la energía que se sumó al equipo en el área de marketing profesional. Pero, más allá de eso, ella es un testimonio muy poderoso del programa de pérdida de peso, pues bajó 20 kilos con nuestro programa LipoPlanFit® hace más de un año; simplemente, le cambió la vida para mejor.
Y en cuanto a la radio, fue Ximena quien me presentó la idea. Su familia en Bolivia tiene medios de comunicación y ella misma es Licenciada en Comunicación Social. Así que un día me dijo: “hagamos una radio aquí, yo tengo todos los conocimientos, yo sé cómo hacerlo, vamos a hacerlo” y ahí fue que comenzó a desarrollarse el proyecto, que, junto a la apertura de nuestras nuevas instalaciones se lanzará como una propuesta nueva para nuestro público, al que queremos darle siempre lo mejor, con la más alta calidad.
Vailife Radio es una estación vibrante y dinámica que tiene como objetivo brindar a sus oyentes una experiencia musical única y emocionante que podrán llevar donde quieran con la aplicación en el celular.
El futuro de Vailife se ve muy prometedor…
Sí, no dejo de proyectar hacia el futuro, pero también voy día a día, viviendo el “aquí” y el “ahora”.
Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, cuenta que jamás pensó que esta red social iba a tener el impacto que ha tenido Sin embargo, como todo emprendedor, destaca que el secreto radica en dar el primer paso. Una vez que decides dar ese paso inicial, se despliegan oportunidades inesperadas a medida que perseveras y trabajas con disciplina. Me encuentro en esa fase donde, mientras me sumerjo en el trabajo, fluyo y me dejo llevar, surgen oportunidades. Simplemente elijo las mejores y confío en el proceso, creyendo firmemente que lo mejor está aún por venir. Afortunadamente, gracias al universo, las cosas marchan viento en popa. La comunidad Vailife experimenta un crecimiento constante, con la incorporación continua de nuevos talentos, colaboradores y almas maravillosas. Seguimos avanzando, fluyendo hacia el futuro, esas son mis palabras favoritas: soltar, fluir y confiar…
Por Claudio Cafieri