Perspectivas: cuatro recomendaciones literarias para este otoño

¿QUIÉN SE HARÁ CARGO DEL HOSPITAL DE RANAS?

¿Quién se hará cargo del hospital de ranas?, de la autora estadounidense Lorrie Moore, es una bella y sutil novela coming-of-age sobre esas amistades de la infancia y adolescencia que marcan indefectiblemente a los adultos en que nos convertimos.

Una cena con amigos en París. Una pareja en sus cuarentas que, aunque consciente de ellas, no habla de las falencias de su matrimonio, que procuran salvar con ese viaje. Entre copa y copa, la protagonista, Berie, rememora: su infancia en un pueblo en el estado de Nueva York durante los 70’s y a su mejor amiga, Sils, así como el retrato familiar, la mitología que rodea los sucesos de la adolescencia, las aventuras que van quebrando los cimientos de un cuento de hadas nostálgico, la pérdida de la inocencia y la transición a la adultez.
Es el recuento melancólico, agridulce y reflexivo de un pasado sobrevolado por lo que podría haber sido, de la mano de una escritora sumamente talentosa.

Editado por Eterna Cadencia y traducido por Inés Garland.

AMORA

Los 33 relatos que componen Amora giran, de una forma u otra, alrededor del amor romántico entre mujeres.

Una de las cosas que más destaco de la autora, la brasilera Natalia Borges Polesso, además de su estilo poético, es su precisión para manejar la extensión de cada relato; duran exactamente lo que tienen que durar. Son vistazos y exploraciones de cotidianidades e intimidades, amores y desamores, historias cargadas de ternura o de pasión (o ambas), y muchas de ellas en torno a la construcción de la identidad. Un retrato de las complejidades de las relaciones entre mujeres de distintas edades y contextos que así como no se priva de romantizar ciertos de sus aspectos, también las expone, delatando la naturaleza humana, y por ende imperfecta, de sus protagonistas.

Primeros amores, el atravesar una traición, una relación de décadas, la pérdida, la diáspora lésbica en un determinado espacio y tiempo, el clóset, tías y abuelas sáficas, intercambios por correo en el mejor estilo epistolar… Amora es una suerte de degustación de una variedad fresca, interesante, hasta divertida, que recomiendo bastante, especialmente a quienes busquen diversificar sus lecturas.

Editado por Odelia Editora y traducido por Julia Tomasini.

CUENTOS PARA LOS HOMBRES QUE SON TODAVÍA NIÑOS

En esta edición de Alquimia Ediciones de Cuentos para los hombres que son todavía niños, libro que fue editado por primera vez en Buenos Aires en 1919, descubro como una autora clave a Teresa Wilms Montt, también Teresa de la †. Contextualizan su biografía fascinante en forma de prólogo: nació en Viña del Mar, Chile, en 1893, y decidió morir en París tan sólo veintiocho años más tarde. En tan corto plazo tuvo tórridos amores y dos hijas, fue políglota, huyó del convento al que fue recluida, erró por numerosos países, fue confundida por una espía alemana durante la Primera Guerra Mundial y se codeó con algunos de los más célebres escritores, entre otras tantas andanzas que definirían el alma de sus obras.

Su pluma danza con el terror; ¿qué teme una mujer a principios del siglo XX? La religión se entrecruza. Lo metafórico, lo espiritual, lo anecdótico. La rebeldía que se atisba latente, feminista, entre sus páginas. Una prosa poética y profundamente sensible que explora la soledad, lo desconocido, las promesas de algo mejor. O, quizás, de algo peor.

TIENES QUE MIRAR

Rusia, 2012. La escritora y periodista Anna Starobinets se entera de que el bebé que espera tiene una condición que imposibilitará que viva una vez nacido. Los eventos que se desencadenan a continuación echan luz sobre un sistema apático, que no está preparado para asistirla, sino condenarla. En este contexto, sumado al trauma y al duelo, comienza la búsqueda por la atención médica que precisa y por la autodeterminación sobre su propio cuerpo.

Tienes que mirar es el retrato de una experiencia terrible, es catarsis, denuncia y reflexión. Una lectura ligera de prosa pero dura de contenido, aunque sin ser gráfica.
Lo recomiendo mucho, así de triste y todo, por lo imprescindible y punzante que es su relato, por lo vital de su crónica.

Editado por Editorial Impedimenta y traducido por Viktoria Lefterova y Enrique Maldonado.

Por Agustina Daguerre
@agustinayloslibros