DIEGO FENOGLIO, creador de RAPANUI. Fabricante de pequeños momentos de felicidad

Afortunadamente, ese interrogante quedó atrás, porque Rapanui ya desembarcó en nuestra ciudad. Y, fiel a su estilo, lo hizo en un lugar muy especial: el Chateau Portal, ese flamante pedacito de París en plena zona comercial de Nordelta.

Chocolate y helados, como en casa.

Diego Fenoglio, dueño y alma mater de Rapanui, tiene una concepción muy personal de su negocio: no se dedica simplemente a vender chocolate y helados, sino que lo que propone es una experiencia completa, en donde el entorno, el espacio físico, debe acompañar con cierta magia la exquisitez de los productos.

“Desde el primer día, cuando empezamos a planificar los futuros locales, yo le dije a mis arquitectos que quería que mis clientes, cuando ingresaran, tuvieran la sensación de que los estaba recibiendo en mi casa, que se encontraran con un ámbito más hogareño, más amigable. Porque mi objetivo es, además del producto, dedicarle a cada cliente un espacio cálido y cómodo para que lo pueda consumir y disfrutar plenamente. Por eso, casi todos los locales en CABA son casas antiguas que reformamos, pero cuidando de preservar su esencia”.

La búsqueda del tesoro (de chocolate).

Si bien impacta por su imponencia y su estilo arquitectónico que homenajea el estilo romántico francés del siglo XIX, el Chateau Portal está algo retirado, casi en el límite, en la última manzana de la zona comercial de Nordelta. Estas características fueron precisamente las que más le interesaron a Diego Fenoglio.

“El Chateau lo elegimos porque está bastante escondido, considerando la zona y el intenso movimiento del centro comercial. Y esto es parte de la filosofía de la marca.   De todos nuestros locales hasta hoy, no hay ni uno solo en un shopping. Están todos en lugares estratégicamente distribuidos, pero siempre fuera de los lugares de grandes consumos. En Rapanui creemos que nuestro cliente, si le interesa el producto, si le gustan nuestros chocolates o nuestros helados, los va a ir a buscar.”

Tradición e innovación al servicio del paladar.

Hace cinco décadas que los Fenoglio y su chocolatería familiar se convirtieron en un sinónimo de Bariloche, y, más tarde, de toda la Patagonia.  

Pero no fue hasta 1997 que Diego decidió cambiar de rumbo, dejar el negocio familiar y fundar su propia empresa, con sus propios lineamientos y estándares de calidad. 

Rapanui viene creciendo en promedio un 15 por ciento anual desde hace veinte años. Emplea a más de 600 personas, tiene trece locales y proyección internacional. Sobrevivió a la erupción del volcán Puyehue, a la crisis económica del 2001 y a la pandemia de coronavirus.  Hace muy poco, recibió una inesperada e involuntaria publicidad cuando la Vicepresidenta de la Nación Cristina Fenández de Kirchner, en plena sesión del Senado, sin darse cuenta de que su micrófono no estaba cerrado, preguntó a un allegado: “¿a qué hora cierra Rapanui?”, audio que se viralizó instantáneamente y no hizo más que darle a la marca una visibilidad  inusitada.

Pero el éxito de Rapanui está basado, fundamentalmente, en la conducta empresarial de Diego, en su coherencia, en su visión y en su filosofía: ofrecerle al público siempre lo mejor.

“En Bariloche hay una tradición chocolatera desde hace muchísimos años, somos varias familias que venimos trabajando en esa industria. Pero esta tradición no se extendió al resto del país. 

Eso sí, yo creo que la evolución respecto al chocolate en Argentina tiene que ver con el paladar del público. Antiguamente, los productos en general no eran demasiado buenos, había un estándar demasiado bajo. 

Nosotros, en Rapanui, fuimos poniendo nuestros granitos de arena para que esa vara fuera subiendo, y lo hicimos mejorando los productos y esforzándonos para alcanzar la máxima calidad posible. Creemos que con eso hemos contribuido bastante a lograr que el público tenga mucho mejor paladar, para distinguir, saborear y disfrutar los chocolates”.

La imposible difícil tarea de elaborar un Top 5.

Ya sabemos que sobre gustos no hay nada escrito. Hay muchos refranes y dichos populares (algunos impublicables) que así lo afirman. Pero… ¿Cómo resistir la tentación de preguntarle a Diego Fenoglio cuál es su top 5 personal de los sabores de Rapanui? 

La verdad, entre nosotros, creímos que nos iba a decir que no tiene preferidos, etc., etc. ¡Pero no…!

Los 5 sabores preferidos de Diego Fenoglio:

  1. Franui 
  2. Trinidad de avellanas 
  3. Bombón kari
  4. Nucciolato 
  5. Mousse Amargo

No vamos a describirte uno por uno estos productos, porque sabemos que ya estás yendo, con la revista debajo del brazo, a probarlos en el local del Chateau.

Sólo vamos a aplaudir (mientras tengamos las manos libres) al “campeón”, al producto estrella de Rapanui, el Franui, frambuesas envueltas en chocolate, un producto que vende 175 mil unidades por semana en el país, y se exporta a España, Italia, Francia, Alemania y Rumania con una fábrica en Valencia. 

“En mi casa, tengo un terreno bastante amplio con cultivos de frambuesas, que no son para vender, pero con las que suelo hacer siempre mermeladas y dulces. Un día volviendo en el auto para casa y pensando qué podía hacer que fuera disruptivo con las frambuesas, me vinieron unas ideas como de la nada. ¿Y si hago esto, y esto, y esto? Y me dije: bueno, lo voy a probar el lunes. cuando vuelva a la planta.  Y así fue. Realicé varias pruebas, y en 4 o 5 días salió el producto.  Se lo di a probar a mi gente, a las personas que trabajan conmigo, y quedaron fascinados. Cuando vi las caras de sorpresa que ponían, me dije: este producto va a ser un éxito. ¡Y no me equivoqué!”

Nada más ni nada menos.

Diego Fenoglio no hace pronósticos sobre el futuro del flamante local de Rapanui en Nordelta. Nunca lo movilizó la cantidad de chocolate que va a vender. Lo que sí lo moviliza, y hasta lo emociona, es que el cliente saboree los productos, que se sorprenda, que le gusten, que le cuente a sus conocidos y que vuelva a comprar.

Porque ya dijimos que Diego no ofrece sólo chocolate y helados. Cuando te acerques al local en el Chateau, vas a entenderlo. 

“Si tengo que definir una filosofía de Rapanui, creo que usaría tres conceptos, tres frases clave. 

Primero, nunca hay que subestimar a los clientes. 

Segundo, cualquier producto que nosotros fabriquemos puede ser mejorado, siempre, incluso al año de haber sido lanzado, es un proceso que nunca termina. 

Y por último, esto que decía antes, que la idea es no sólo brindar un producto excelente sino el mejor ámbito para consumirlo, porque yo creo que en Rapanui  todo está pensado y planteado para ofrecerle al cliente pequeños momentos de felicidad”.

Por Marcelo Iglesias

Fotografías: Laureano Pérez @laureanopz

CONTACTO

Local Nordelta

Chateau Portal

Web: rapanui.com.ar

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