Así la describe el poeta chileno Pablo Neruda en su poema “Entrada a la madera”. Un material noble que está presente de una manera u otra en nuestra vida cotidiana. Un regalo de la naturaleza. Un elemento que es y fue protagonista de la historia de nuestra zona. Porque el Tigre y la madera tienen mucho camino en común, desde las primeras explotaciones forestales de los colonos hasta la industria actual, que le agrega valor a la materia prima que ya no sólo llega desde las islas, sino también desde las provincias del norte argentino.
La explotación de la madera fue y es una gran epopeya de trabajo duro y convivencia con la naturaleza, y tiene muchos actores: los que plantan, los que talan, los que transportan, los que procesan… los que trabajan la madera y la convierten en utilidad, en confort y en arte, una alquimia que sucede cada día, desde hace casi 60 años, en El Camino Studio.
Gonzalo Masoli dirige actualmente El Camino Studio, la fábrica y estudio de diseño que seguramente llama tu atención cada vez que vas por la Avenida Liniers hacia Tigre centro, saliendo del Camino de los Remeros.
Gonzalo es tercera generación de carpinteros, un oficio cuyo secretos y habilidades suele transmitirse de padre a hijo, y en donde cada nueva generación se encarga de sumarle innovación y personalidad.
“Hector, mi padre, había trabajado en relación de dependencia como oficial ebanista en la fábrica RCA Victor, que, entre otras cosas, hacía cajas de madera para radios de lámparas”, cuenta Gonzalo. “También, en sus épocas de muchacho, trabajó en fábricas de carrocerías de colectivos, las cuales, en esa época, se hacían de madera. Después puso su primera carpintería en San Fernando, en un galpón que le prestaba un hermano.”
En 1964, Héctor Masoli, “Tito”, finalmente logra comprar un viejo galpón de Tigre a orillas del canal Aliviador, y ahí funda la carpintería, donde hoy El Camino Studio continúa evolucionando.
“Los primeros años no fueron fáciles”, recuerda Gonzalo. “Héctor tenía una forma de vivir bohemia y la primera época del negocio fue realmente cuesta arriba. Pero él también tenía mucho oficio y respeto por la madera, y así es que impulsó el crecimiento de El Camino entregando muebles de calidad, y logró posicionar a la empresa en la industria”.
Pero en 1995, un problema de salud de Héctor lo obliga a dejar el timón de El Camino en manos de su hijo y heredero, Gonzalo.
“Yo trabajaba desde chico en la carpintería porque me gustaba el oficio, pero siempre veía una oportunidad mayor de hacer crecer todo lo que había aprendido de chico. Cuando mi padre sufrió un importante episodio de salud, me tuve que hacer cargo del negocio. Tenía sólo 20 años, pero también muchas ganas de demostrar que podía llevarlo adelante, que podía potenciarlo y elevarlo al estadio que está hoy: una empresa que emplea a más de 20 personas y que es nuestro segundo hogar”.
Gonzalo Masoli hoy es el alma mater, el corazón de El Camino Studio. Maneja el negocio con pasión, creatividad e innovación permanente, creando soluciones en materia de diseño y construcción.
“Una ayuda muy grande que tuvimos fue que en el año 2001 fuimos tapa de la Revista Living, eso nos dio un gran impulso”, recuerda Gonzalo.
“Desde ese momento y con ese espaldarazo, lo único que hicimos en todos estos años fue crecer siempre un poco más. El Camino Studio, tal como hoy lo conocemos, surgió de darle un valor agregado a todo lo que hacíamos. Además de todo lo que es el trabajo relativo a la carpintería, creamos nuestro propio local de decoración con nuestro estudio de diseño e interiorismo”.
Desde el primer momento en que llegás al enorme predio de El Camino Studio, se percibe la personalidad, la visión y sobre todo las ganas de ayudar al cliente, porque Gonzalo y su equipo tiene todas las herramientas para que decores tu casa desde cero, y te brinda la posibilidad de asesoramiento permanente.
“Hoy contamos con nuestra histórica fábrica, el conocimiento del trabajar la madera y el saber cómo tratar los materiales, más el agregado del estudio que acompañamos a los clientes en todo el proceso”, explica Gonzalo. “Uno de los principales puntos que nos diferencian de la competencia es que lo que vendemos en nuestro local lo producimos nosotros. Esto nos da la posibilidad de dar respuesta rápida ante cualquier inconveniente porque cuando trabajás con materiales nobles, pueden surgir imprevistos que hay que solucionar lo antes posible”.
El Camino Studio es una propuesta diversa y flexible. El equipo de profesionales está formado por ebanistas, carpinteros, decoradores, arquitectos y diseñadores. Podes encontrar desde ese mueble a medida que estás buscando para completar el living de tus sueños, a un proyecto de paisajismo para llenar de vida tus espacios verdes, pasando por los muebles de cocina o el vestidor con la estética y funcionalidad. que tu hogar merece.
Pero, además, El Camino Studio cuenta con su propia fábrica de cerámica: Arte Raku.
“Yo soy fonoaudióloga, trabajaba muy bien, tenía el consultorio lleno, pero en un momento empecé a sentir una necesidad de poder volcar en el barro, en la arcilla, un montón de emociones que con palabras no se pueden transmitir”, cuenta Adriana Abritta, la esposa de Gonzalo. “Arte Raku, nuestra cerámica de autor empezó hace unos 12 años. Comenzó con la necesidad puntual de un cliente y muy pronto se abrió un abanico de posibilidades, empecé trabajando en talleres y cuando tomó forma nos instalamos acá, en el predio de El Camino”.
Arte Raku no sólo produce piezas utilitarias y artísticas que completan y le dan otra dimensión a los espacios de los hogares.
“El Raku es una técnica muy ancestral que tiene que ver con la unión de los 4 elementos: tierra, aire, agua y fuego. Esto hace que un producto terminado de una forma quede totalmente distinto, trascienda lo que es la cerámica, y hace que tenga determinadas características que una pieza utilitaria no tiene. Entonces, en base a eso vimos la necesidad de separar la producción en dos: una, lo que es todo el arte funcional, que pueden ser objetos escultóricos o esculturas, y otra, utilitarios. Nos manejamos mucho con decoradores o clientes que vienen puntualmente a buscar una solución para un lugar: entonces se diseña un objeto puntualmente para la necesidad de ese cliente. Esto hace que estemos permanentemente creando y cambiando las piezas”, explica Adriana.
“Armamos un equipo lindísimo de trabajo: somos 6 personas, donde cada una tiene un lugar bien marcado y cada una está en el lugar del proceso que le da más placer. La mayoría de las piezas se hacen acá, salvo alguna escultura, por ejemplo, que yo hago en mi casa, porque es el lugar donde me desconecto de lo comercial y hago lo que me gusta, donde me siento y me conecto con la arcilla”.
Adriana logró conjugar su pasión con una producción de cerámica de autor que es cada vez más requerida por los clientes de El Camino. Pero, además, Arte Raku hace escuela, y brinda talleres para adultos y adolescentes, de marzo a noviembre.
“Mi objetivo, desde que empecé con la cerámica, es que la gente entienda lo que es cerámica de autor. Hay objetos que son bien utilitarios, pero que también son piezas únicas, hechas a mano, con toda la impronta personal de quien la hace, y complementan perfectamente la producción de El Camino Studio”, concluye Adriana.
El Camino Studio es un lugar para experimentar, para aprender, para pasarla bien. El pintoresco predio de la Avenida Liniers ofrece diversos espacios para vivir momentos de cocina entre amigos, para trabajar, para inspirarse, para hacer cursos y talleres, y, además, cuenta con distintas locaciones para producciones audiovisuales, eventos privados, corporativos, etc.
Pero eso no es todo, porque El Camino Studio está en continua expansión.
“Al armar nuestro propio local surgieron otras necesidades como para optimizar los recursos de espacio y fabricación que teníamos originalmente”, cuenta Gonzalo. “Una de las primeras decisiones que tomamos fue separar la producción en dos partes: todo lo concerniente a decoración y ambientación se sigue haciendo acá, en nuestra fábrica original, y lo que es obra lo armamos en una nueva planta con maquinarias especiales para melaminas.
Con mi socio Maxi Storino observamos que la zona estaba necesitando profesionalismo a la hora de desarrollar cocinas y vestidores. Por eso armamos una planta exclusiva para poder aplicar todos los avances de la tecnología y afrontar los nuevos requerimientos de la gente, ya que hoy la cocina, por ejemplo, es un lugar muy importante en el hogar. Así logramos satisfacer desde ese lugar todas las necesidades de obra, como cocinas, vestidores y baños en una alta gama, y también auspiciados por la compañía austríaca de herrajes Blunn.
Acá, en el predio de Tigre, ahora estamos armando junto a Maxi un showroom para esa especialidad, que esperamos inaugurar en los próximos meses.
Por otra parte, y siguiendo con lo que concerniente a obras, somos representantes en Zona Norte de pisos vinílicos en sus versiones para hogares de pegados y click de marca Tarkett, y contamos con muestras, asesoramiento, venta y colocación del mismo.
Además, en el local de Avenida Liniers, tenemos una muestra permanente del fotógrafo y artista Diego Ortiz Mujica, que pueden venir y disfrutar en los horarios en que el local está abierto”.
Un lugar en donde los sueños pueden hacerse realidad, partiendo de la creatividad, la pasión y la mejor materia prima. Porque en El Camino Studio, la principal protagonista es la buena madera, que sigue viva en el diseño y en la calidez de cada mueble, para que lleves lo más noble de la naturaleza a tu propia casa.
Como resume Gonzalo:
“En El Camino nos gusta hablar de Buena Madera. Es nuestra materia prima, nuestra inspiración, nuestra pasión. Trabajarla, cuidarla, respetarla y entender que es una pieza única, irrepetible. Pero Buena Madera va más allá. Porque también habla de nuestra gente. De quiénes somos y cómo somos. El equipo humano es más importante; diseñadores, carpinteros, ebanistas, arquitectos, atención al cliente, todos viajan con nuestros muebles. Buenos profesionales, buenas personas.
Nos gusta lo que hacemos, desde hace 60 años. Nos gusta hablar de Buena Madera”.
Por Marcelo Iglesias
Fotos de Gonzalo: Diego Ortiz Mugica
IG @diegoortizmugica
Fotos Showroom y taller: Laureano Pérez
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EL CAMINO STUDIO
Av. Liniers 3189, Tigre.
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