El solar de las salinas

Bajo la tendencia del glamping en uno de los destinos más particulares de Argentina, un emprendimiento teje lazos responsables con la comunidad y el planeta sin perder el lujo.

El sueño de la infancia no siempre es la realidad adulta. Sin embargo, en el caso de Nicolás Languasco, quien vivió desde los 3 años en una finca rodeado de naturaleza y caballos. Nacido en Capital en 1989, emigró temprano a Bahía Blanca. En el medio del campo, desde siempre supo que el camino futuro estaría en los viajes. A los 17 años comenzó a trabajar en turismo estudiantil y se formó por 8 años, llegando a estar al frente de dos gerencias de sendas empresas diferentes al mismo tiempo. A los 25 años lo tentó la idea de vivir el sueño patagónico con su pareja de aquellos tiempos. En 2017 se anotó en el certamen “Innovar para viajar”, del que resultó ganador.

Mientras vivió en San Carlos de Bariloche, incursionó en diferentes aristas de la industria: hotelería, creó una consultora dedicada a fortalecer el área de marketing y comercialización para pequeños establecimientos hoteleros. Entre 2018 y 2020 puso en marcha la primera consultora especializada en Glampings de Argentina, enfocada en darle respuestas al mundo emprendedor de la modalidad. Durante este período asesoró a 14 emprendimientos en el país y fue tomando como el referente de la industria desde lo académico. Mientras la consultora seguía su marcha se formó en triple impacto con la ONG Mayma. 
Una encuesta de Booking.com indica que el 83% de los viajeros globales piensa que los viajes sostenibles son vitales, y el 61% dice que la pandemia ha hecho que quieran viajar de forma más sostenible en el futuro. Ese compromiso fue preanunciado por Nicolás. «Mientras la pandemia comenzaba -recuerda- surgió la descabellada idea de construir un campamento de lujo en las Salinas Grandes de Jujuy de la mano de quienes hoy son nuestros socios locales, la cooperativa Cachi del Chincho de la comunidad Aguas Blancas. Nos transformamos en la primera empresa privada en asociarse con una comunidad originaria”.
La pandemia estaba haciendo estragos, mientras la idea comienza a transformarse en un proyecto en marcha. Los primeros inversores de triple impacto comienzan a apostar por la transformación de la industria.  

Uno de sus socios en Salinas Grandes de Jujuy, Adrián García del Río, es un jujeño apasionado de la cultura, entabló una relación muy personal con Walter Alancay actual referente de la Cooperativa de Trabajo Aborigen Cachi del Chincho, perteneciente a la comunidad Aguas Blancas y le planteó el sueño de armar un proyecto turístico en las Salinas Grandes de Jujuy, su territorio. En el año 2017 Adrián y la Cooperativa firmaron el primer contrato para iniciar un proyecto. «Dos años después, en 2019,  Adrián se acercó a una oficina de un portal de viajes donde yo trabajaba en la ciudad de Salta y me contó sobre el contrato, invitándome a participar del proyecto. Como yo tenía la consultora funcionando podía estructurar un proyecto de glamping e iniciar el proceso de búsqueda de inversores que comulguen con nuestra visión”. 

El 20 de junio del 2021 se anunció oficialmente la construcción de Pristine Salinas Grandes, el primer proyecto de la colección Pristine Luxury Camps y genera una revolución en la industria turística. En noviembre pasado abre oficialmente y rápidamente se queda sin disponibilidad por muchos meses. Es considerado como el primer proyecto turístico de alta gama concebido desde el modelo de desarrollo de triple impacto. 

Ir tras lo que se cree

«Emprender en una industria de triple impacto conlleva varios desafíos -relata Nicolás-. El principal es cambiar el chip y poner en la balanza el medio ambiente y la responsabilidad social empresarial a la misma altura que los resultados económicos, que deben estar allí porque son necesarios para que cualquier industria subsista».
Para Nicolás la experiencia se trata de generar alianzas estratégicas con diferentes actores de la industria y la cadena de valor para crear una red «ganar/ganar» para que todos los intervinientes se vean beneficiados.
«Con el equipo de trabajo tenemos una visión innovadora al respecto -continúa-. En la localidad donde se está construyendo actualmente Pristine Iguazú compramos, refaccionamos y pusimos en marcha nuestro primer Hotel Escuela (Hotel Puerto Libertad) para potenciar el impacto social. Nos dedicamos a brindarles a personas de la localidad de Puerto Libertad, Misiones, la posibilidad de convertirse en profesionales de la hospitalidad y ya hemos capacitado a más de 40 personas. 
“En la industria de la hospitalidad emprender con una visión de triple impacto es muy difícil por que el empresario turístico históricamente sufre la presión de la inestabilidad global, nacional y regional con diferentes factores que no le permiten pensar a largo plazo en esa estrategia viable y que perdure en el tiempo -sostiene Nicolás-. En nuestro caso, la hotelería al ser el último eslabón de la cadena de valor, los viajeros, huéspedes, clientes comienzan su viaje generalmente desde distancias muy lejanas y cuando llegan a nuestro Luxury Camp, ya intervinieron varios actores de la cadena de valor (agencias de viajes, transportistas, servicios complementarios, entre tantos). Sería necesario trabajar de manera transversal y en conjunto con toda la industria para garantizar la trazabilidad de triple impacto a lo largo de la cadena de valor.
Como potenciador del modelo, el mayor desafío está en la unificación de conceptos de triple impacto que guíen y faciliten a las empresas privadas, a las organizaciones no gubernamentales y al sector público a trabajar en conjunto para establecer objetivos concretos a alcanzar.
 
Los buscadores de silencio

Las Salinas Grandes se reparten entre las provincias de Jujuy y Salta a 3.450 msnm. Es el cuarto salar más grande de Sudamérica. Al momento de la explotación, los traslados de sal se realizaban en llamas, posteriormente en burros, y actualmente en camionetas y camiones.  Su origen volcánico data de hace 10 millones de años, cuando chocaron las placas tectónicas del continente con el Pacífico. Con la formación de las montañas apareció una cuenca endorreica. Al erupcionar los volcanes toda el agua mineralizada, aguas saladas y rocas derretidas bajaban como ríos quedando atrapadas en la cuenca. En el período cuaternario, se evaporan las aguas y dan forma a las salinas. 

La visita es mágica por el paisaje, tienen la particularidad de ser atravesadas por la Ruta Nacional que llega Chile a través del Paso de Jama y por ser paso obligado entre ambas provincias argentinas. 
En época de lluvias, de diciembre a marzo, se cubren por 30 cm. de agua produciendo un panorama de color turquesa con vista al cerro Chañi nevado a sus espaldas y la ruta que las corta a la mitad. 

En el entorno se desgajan una serie de pueblos que son imperdibles. Yala ofrece el típico paisaje precordillerano ideal para las grandes panorámicas. Ideal para acampar cerca de algunas de sus seis lagunas cristalinas, bajo la sombra de laureles y nogales. Un poco más allá, en León, da inicio la Quebrada de Humahuaca. Un sitio donde detenerse y respirar hondo. Más allá Volcán desborda con sus yacimientos de cal. Arbustos permite descubrir los primeros cardones a la altura de Los Penitentes. En Tumbaya la iglesia del siglo XVI conserva arte del Cuzco colonial. Después de recorrer Purmamarca con sus silencios perfectos para admirar el Cerro de los siete colores, la Cuesta de Lipán se inmiscuye en pequeños pueblos de Quisquira, La Ciénaga y Patacal. Es desde la propia cuesta que a sus 4140 msnm se pueden divisar por primera vez las salinas. 

¿Cómo puede un Luxury Camp ofrecer nivel de servicio y confort en medio de un desierto de sal a 3200 metros sobre el nivel del mar? «Nuestros visitantes son buscadores de silencio -responde Nicolás-, comunicadores de nuevas experiencias que transforman la visión que tenemos sobre nuestra existencia y el impacto sobre nuestro hogar, el planeta Tierra. Una de las mayores sensaciones, es alejarse, esa sensación de soledad en lo inhóspito, un desierto inmenso, donde solo alejándote un par de metros podés sentir su vibrar en la máxima expresión, donde se encuentra un profundo silencio». 

Por Flavia Tomaello