CASA PASIVA EN EL DELTA

Es un proyecto del estudio MAPA Arquitectos a pedido del cliente/propietario que se entusiasmó con la idea.

«Yo creo que lograron un excelente producto».

Como constructora nos acoplamos a una idea que me pareció una muy osada: «Si ustedes están dispuestos a hacer esto yo estoy dispuesto a acompañarlos y concretar este sueño, porque es muy difícil trabajar en el delta, esta geografía tiene una cantidad de sinsabores importantes y para trabajar aquí hay que adaptarse al medio». «Es decir tenes que adoptar los ritmos de la naturaleza».

En esa adaptación trabajamos con Joaquín Berdes, el arquitecto que actuó de nexo entre el estudio en Uruguay, y nosotros en Argentina, donde por la pandemia, los arquitectos no pudieron viajar. A la falta de materiales o la prohibición de circular la resolvimos por la ventaja de que nos instalamos acá y tenemos nuestro obrador.

Traer los materiales es casi una epopeya, cuando en Tigre no tenes la costa preparada naturalmente, hay que prever un lugar donde si puedas depositar esos materiales. «Nuestra ventaja es que tenemos el equipo. Haber nacido y criado en el delta nos permite prever todas esas cosas. El río es lo nuestro y, más allá del servicio meteorológico, es entender los sucesos, y adaptarse.

Passivhaus es el estándar de eficiencia energética más exigente del mundo. Esta vivienda es la primera en lograrlo en Sudamérica. El estándar consiste en reducir la demanda energética de la vivienda a valores muy difíciles de obtener si no aplicamos los principios de Passivhaus que son: Superaislación, ventanas de alta prestación, hermeticidad, ausencia de puentes térmicos y renovación de aire con intercambio de calor. Este último elemento es el más novedoso ya que se trata de un sistema de ventilación mecánica que mantiene siempre bajos niveles de CO2 en el interior y renueva aire filtrado que recupera el calor del aire viciado saliente.

El rol de consultores energéticos y llevar toda la documentación para certificar la vivienda ante el Passive House Institute en Alemania, estuvo a cargo de la consultora Superficia, cuyos socios son Pedro Reyna, Lole Gawuryn y Gabriel Yurevich.

La estructura envolvente se ha realizado con Paneles SIP, provistos por Wallpanel S.A., única empresa del país que se dedica a su fabricación con el Sistema Constructivo SIPANEL®. Los paneles, conformados por un núcleo de poliuretano (PUR) inyectado de alta densidad entre dos placas estructurales de OSB, permiten maximizar el ahorro energético de tu hogar hasta en un 60%; reducir tiempos de obra y costos asociados a la misma, tales como agua, fletes, volquetes, entre otros; además de minimizar el impacto ambiental.

En este proyecto se ha adaptado el sistema SIPANEL® a la Passivhaus, según su disposición y doble altura. «Esos paneles funcionan perfectamente». Un sistema constructivo sustentable, portante, preciso y versátil, capaz de adaptarse a todo proyecto.

Las Aberturas Passivhaus, son de triple contacto, serie LivIng MD, provistas por El Bulevar Aberturas / Partner Schüco Argentina. Empresa familiar con 25 años de trayectoria importadora directa de todos estos sistemas, incluso los de aluminio, ideales para responder al compromiso requerido en esta obra».

El contacto llegó a través de Schüco Brasil; ya que un estudio estaba en búsqueda de aberturas con este requerimiento de calidad y hermeticidad. Una gran experiencia, asesorarnos, investigar y fabricarlas, deja un aprendizaje sin precedentes en el país. «El otro requerimiento fue adaptarse a la logística propuesta por la zona, también inexplorado para nuestra empresa».

La elección de Schüco, fue sencilla, ya que es líder en sistemas de alta calidad para puertas y ventanas, con los certificados de ensayos realizados en origen, garantizando con esto, la certificación del hogar sin problemas. Con durabilidad elevada y sustentabilidad para el medio ambiente. 

Este sistema es capaz de movilizar sin esfuerzo grandes paneles, creando además espacios habitables llenos de luz, con fantásticas vistas hacia el exterior.

«Para Bulevar fue una experiencia inolvidable que, con toda la gente que formó parte y en especial Horacio, se volvió gratificante».

En nuestro taller, en el continente, fueron fabricados el ochenta por ciento de los componentes, las paredes que son de guatambú; bajo diseño, de los arquitectos.

La madera se trajo de Misiones, paletizó y se mandó a secar a horno durante cuarenta días, hasta el trabajo de corte ya definitivo y el machimbrado final. «Un trabajo de taller con mucha atención, con el agregado que todo eso después lo tenes que traer a la isla evitando deterioros y protegerlo hasta su colocación y hacer el trabajo de terminación que requería la obra».

En pocas palabras «Prever todo aquello que pueda suceder sin agredir el medio ambiente.»

«El resultado es una casa que, al mirarla llama la atención, pero a pesar de su tamaño, no desentona, yo pienso que una vez que se recomponga el suelo, el pasto y los árboles, se va a mimetizar mucho más con la naturaleza del entorno.

El techo tiene una cubierta de chapa engrafada y, aquí la dificultad está tiene que ver con la altura de armado, a la altura de la «casa», a que hay que agregarle la exigencia de la «transparencia hidráulica». En este caso, la casa se hizo dos metros cincuenta sobre el terreno natural.

El proceso comenzó con la preparación de terreno, desmontando lo estrictamente necesario, preservando todo lo que se pudo conservar. Solo se voltearon álamos que podían poner en peligro la construcción y se volvieron plantar otras especies como vira pita, fresno, jacarandá, ceibos, y se repusieron algunos álamos.

Una vez colocados los bulbos y los insertos metálicos se generó una especie de lenteja alrededor de la casa, previendo un repunte importante o una semi marea que pueda anegar el terreno, todo se hizo con una revancha mayor a lo que se hace habitualmente en el delta; igual que la llegada desde el muelle a la casa, con pasarelas elevadas.

A mí me han contratado para construir casas de hormigón, y siempre me surgía la misma pregunta: ¿qué hago haciendo este hormigón en el medio del bosque?, no solo por el medio ambiente, sino que además no te permite prefabricar que es lo ideal, las distancias hacen costoso trasladar el personal, sino también los tenes que proveer de servicios, alimentación, etc., además influye en tiempo de parado por las inclemencias climáticas, por el contrario, en una construcción pensada para prefabricar, la tarea del delta se reduce en un sesenta por ciento. «Voy con mis pre armados y rápidamente concreto a la obra».

Esta «obra» es un ejemplo de ello, vinieron los paneles y se armaron muy rápido. Todo fue secuenciado de manera de lograr continuidad en el proceso. Se terminaron las bases, llegamos con el barco y los insertos metálicos y las columnas que ya venían armadas y marcadas y acá se colocaron los insertos y armaron en forma exacta y rapidísimo, ya teniendo las columnas, comienzas a colocar los travesaños que van a formar el piso de la casa.

Construir previendo esta secuencia permite solucionar uno de los problemas que es el gran acopio de materiales en la isla, estamos muy cerca del Río de la Plata y se corre el peligro de tener repunte.

También fue importante coordinar el trabajo con el proveedor del sistema de climatización, al igual que las instalaciones eléctricas, sanitarias y otros servicios.

Entre las cosas accesorias se agregaron un zepelín para gas, previendo contar con un grupo electrógeno por los eventuales cortes que se producen en el Delta, una torre de doce metros de altura para el agua, que nos permite, con la presurizadora apagada contar con presión muy buena para una casa con tres baños, para el lavado de la vajilla, lavadero de ropa y se pueden estar bañando dos huéspedes y dos familiares, con el mismo flujo de agua.

Al proyecto se le incorporó riego, y el desarrollo del paisaje a cargo de Clara Billoch.

En conclusión, superado el desafío de estar construyendo para exigencias internacionales, con la exposición que esto conlleva, y haberlo logrado, cumpliendo con la conformidad del cliente que nos contrató, y con las exigencias del estudio de arquitectos, más las pruebas duras para la certificación, podemos estar orgullosos del resultado y las capacidades que podemos mostrar frente a estos desafíos.

Créditos

Proyecto de Arquitectura: MAPA Arquitectos

Arquitecto Local: Joaquín Berdes

Asesoramiento Passivhaus: Pedro Reyna

Interiorismo: Solsken

Proyecto de paisaje: Clara Billoch

Proyecto lumínico: Eli Sirlin

Empresa constructora: Battagliero Construcciones

Fotografías: Leonardo Finotti y Javier Agustín Rojas