Teriantropía

Florencia Zorzoli 1 nos cuenta dos
historias en cada uno de sus cuadros: La
primera, la que cuenta la obra. Algo pasa en
cada una de las imágenes expuestas y, mientras
uno se asombra de la certeza de sus finas líneas,
no puede evitar imaginar qué ocurre en el
medio del desierto mientras un zorro polilla nos
mira fijo y un murciélago se alimenta como un
colibrí.
La segunda es la historia de la “María
Florencia” que firma al pie de cada cuadro.
Licenciada en Biología Marina, Florencia ve el
arte como una vía de escape que le permite
expresarse y unir la investigación de su vida
laboral con el mundo etéreo y cuasi sagrado
que vive en su cabeza.
No resulta difícil imaginarla encorvada
sobre el papel, trazando líneas con una
precisión quirúrgica, plasmando una visión de
un mundo microscópico habitado por hadas y
seres imaginarios y no tanto, donde los gusanos
actúan de centinelas mientras las hadas hacen
ofrendas en un altar.

La muestra “Teriantropía” se encuentra
en la Sala de Exposiciones del Teatro Municipal
Pepe Soriano y se puede visitar hasta el 28 de
Agosto. Se trata, en mi opinión, de un arte
accesible en el sentido de que cada uno de los
pequeños cuadros expuestos tiene tanto para
observar, y cuenta tan claras estas dos historias
que la muestra resulta un espacio ideal para
una primera aproximación al “arte”.
No es necesario conocer el contexto ni
al artista para mirar una obra y sentir algo, y ese
“algo” siempre va a ser muy distinto a lo que
percibe alguien más, y ciertamente será distinto
a lo que quiso hacer la propia artista. Donde yo
veía figuras ultra femeninas y una atracción
inusual por un zorro con alas de polilla, otros
veían figuras hermafroditas y un encanto
particular por una figura que se ahogaba en el
medio de peces, fósforos y un teléfono que
expulsaba panaderos (de los que vuelan, no de
los que hacen pan, aunque no hubiera estado fuera de lugar tampoco.)
Esta multiplicidad de interpretaciones
y la gran cantidad de detalle que tiene cada una
de las obras hace que sea una muestra ideal no
solo para debatir, sino también para intentar
percibir quién es la artista que se encuentra
detrás.
En sus propias palabras, Florencia dice
que muchas veces deja que el arte “pase”: “…
Quizás tengo una idea y de esa idea las cosas
suceden por sí mismas… Al final es súper
divertido porque miro mis ilustraciones y no
puedo creer que esas todo eso salió de mí. Es
raro, es como si yo no fuera la responsable de
las ilustraciones. Empiezo a dibujar y “pasan
coscas” pero no tengo tanto control”.
Algunos títulos dejan entrever la
historia que alguna musa le susurró, y que luego ella plasmó con un contraste de claros y
oscuros donde cada círculo tiene un propósito y
cada insecto una misión. Así encontramos
“Dualidad”, “Pupa, mucho más que un juego de
escondida” y “Agotamiento”.
La exposición parece tratarse de la
dualidad entre lo real y lo imaginario. Deja al
visitante con la sensación de que el mundo que
nos muestra Florencia existe, pero estábamos
demasiado distraídos como para verlo con
nuestros propios ojos.