El ranking de las mejores ciudades de Europa para millennials

El sitio de viajes Global Big 7 Travel; Holidu, el motor de búsqueda de casas de vacaciones y Satista, proveedor estadístico de datos de mercado y de consumo, han coincidido en un listado sobre destinos ideales para solteros en Europa. Utilizando datos de los propios protagonistas, aplicaciones de citas, cifras de población y las opiniones de 1,5 millones de personas, han guiado por un recorrido que invita a conocer personas de todo el mundo en sitios cosmopolitas por excelencia, que propician el intercambio con actividades culturales y deportivas, cuentan con una oferta hotelera y de prestaciones adaptadas para los viajeros individuales y crean circuitos de esparcimiento especialmente pensados.

Reykjavik, la segura

Islandia ha sido nombrado el país más pacífico de Europa según el Índice de Paz Global. La seguridad no es una preocupación. Si bien el presupuesto a primera vista puede ser costoso y lo mejor es circularla en auto, hay muchos recorridos gratuitos por la ciudad que se hacen a pie y en grupo, de modo que sumarse a uno de ellos puede ser una gran alternativa. El sitio más popular de la ciudad para comer es el Baejarins Beztu Pysur, un puesto de hot dogs que hizo famoso  Kim Kardashian. 

Los citadinos son extremadamente sociables y les gusta trabar amistad con personas de otros sitios. Los paisajes -no sólo en la capital del país- son deslumbrantes, y la vida nocturna es muy intensa, aunque se concentra en la calle comercial: Laugavegur. Como la circulación es muy segura, la tradición propone ir de barra en barra. El mejor punto de partida es el mítico Lebowski. The Secret Cellar, en tanto, es el sitio ideal para hacer algunas sesiones de karaoke y hacerse de amigos.

Berlín, la transgresora

La oscuridad que ensombrecía a la ciudad en épocas pos muro, se ha disipado. Hoy la ciudad se ufana de su modernidad, su trend topic de gestión viajera y, a la par, su muy curiosa facilidad presupuestaria. Berlín es accesible. Permite ajustarse a todos los bolsillos. Es una urbe amiga de los eventos tecno y desborda de clubes nocturnos y bares donde es posible sorprenderse sin parar noche a noche. Cada mes se organiza el Fachrad de Fisch sucht (Fish está buscando una bicicleta), la fiesta individual más grande en Berlín que se celebra cada segundo viernes del mes, con rondas de citas rápidas repartidas durante la noche. La mitad de la población de Berlín es soltera y hay cientos de lugares para reunirse.  

Además, Berlín es la capital de la música electrónica (imposible perderse Sisyphos, uno de los clubes de tecno más importantes de la ciudad) y el centro turco más grande fuera de Turquía. Hay sitios de visita obligada como la Galería East Side del Muro de Berlín y la Puerta de Brandenburgo.

Liubliana, la que marcará tendencia

Eslovenia es un destino que pocos tienen en radar. Su capital ofrece todo lo que se necesita para ser telón de fondo de una buena película. Calles adoquinadas, castillo a minuto de distancia, un espíritu adolescente que no llega a los 30 años de existencia, interés por ser vanguardia y polo cultural.

Kavarna Rog es el bar perfecto para cargar energías con buen café antes de iniciar el recorrido. La selfie infaltable se toma con los dragones del puente Zmajski que lleva hasta el castillo para tener la mejor vista de la ciudad. Metelkova es un barrio que se formó en lo que era un espacio militar. Su sutil anarquía repleta de colores invita al disfrute nocturno. Allí mismo se puede visitar el Museo de Arte Contemporáneo. 

En Poligon, en lo que era una fábrica de cigarrillos, se acoge el nuevo espacio de coworking con emprendedores que llegan de todas partes del mundo. Terraza, en la Estación Central, es uno de los bares que abren de la mañana a la noche, donde palpita la vida nocturna.

Londres, la clásica

Según datos de los encuestadores el 44% de la población de Londres es soltera, un valioso dato a la hora de saber que no será sencillo a aburrirse. Más de 240 pubs pueblan las calles de una ciudad que tiene tanto para ofrecer que una estadía no alcanza. Los museos, como la Tate Modern o la National Gallery, son gratuitos y cobijan el mejor arte del mundo. El la increíble torre Shangri-La de Renzo Piano se esconde un bar en el cielo de la ciudad, el Gong en el piso 52,  el lugar perfecto para cócteles al atardecer, con el espectacular telón de fondo del horizonte de Londres, con vistas al oeste, norte y este. Y si de clacisimos se trata, el té del Hotel Ritz es lo más mítico de la ta tarde gastronómica. Un sitio para disfrutar entre los scones y uno.

Aunque puede resultar abrumadora por su tamaño, sus facilidades en términos de transporte público la hacen amigable para la circulación en solitario. La caminata por la ciudad también es una opción riquísima descubriendo los estilos propios de la multiculturalidad:  Hampstead, con sus casas bellas y tradicionales, with its pretty houses, Shoreditch con sus nuevas barberías hipsters y Brixtonand Soho, el lugar donde es imposible aburrirse. En la calle Cowper, en Islington, se presentan diariamente DJ internacionales para inspirar el baile de éxitos techno y house.

Como si todo esto fuera poco, el tren deja en 30 minutos en decenas  de destinos cercanos tan atractivos como la propia ciudad, entre ellos la estudiantina Cambridge o la histórica Greenwich.

Amsterdam, la relajada

Se muestra joven de espíritu, espacio de tendencias y con un sentido de calidad de vida sustentable tan moderno como innovador. Para muchos lo que pasa comienza en Amsterdam. De Pijp es una de las zonas recomendables para ir de un pub a otro. El Bukowski Bar en Oosterpark es un lugar adecuado encontrarse con gente nueva. También hay una senda seductora de restaurantes y bares en Javastraat.

Una de las experiencias más tentadoras de Amsterdam es vivirla de modo relajado. Sus habitantes parecen tener tiempo para hacer o que desean. La jornada termina temprano y la vida social es rica y profusa. Alquilar una bicicleta y explorar sobre dos ruedas es la mejor experiencia para sentirse como un local.

Un sitio para dejarse ver y ser visto es el Rijksmuseum, donde se esconde un secreto gastronómico sólo para conocedores. Joris Bijdendijk es el chef con estrellas Michelin del encomiable restaurante Rijks seguidor de la tendencia «slow food». 

Si la visita se propone bucólica, a 17 minutos de tren, se encuentra Zaanse Schans, el sitio más cercano a Amsterdam para descubrir los míticos molinos.

Bologna, la estudiosa

Es la ciudad del norte de Italia sede de la universidad más antigua del mundo. Su habitar cotidiano es totalmente juvenil. Está repleta de festividades callejeras que pueblan cada fin de semana con cuestiones tan variopintas como el chocolate, los libros o el carnaval.

Es un destino fácilmente accesible en tren. Ideal para recorrer a pie puesto que todas sus calles son galerías (pórtici) sobre las que se construyeron las edificaciones, de modo que el transeúnte va protegido de la nieve y la lluvia en invierno y del sol en verano por más de 40 kilómetros de recorridos techados. Aunque llegó a tener más de 140 torres, hoy quedan  la Torre degli Asinelli y la Garisenda. Allí cerca en la calle Rizzoli 9, se encuentra el Roxy Bar, un sitio  de culto para los fans de Vasco Rossi, uno de los cantantes más populares de Italia.

En Bologna esencialmente se come. Es allí por donde pasa la vida nocturna.  Osteria dell’Orsa es ideal para probar tagliatelle con ragú y Bolpetta para los amantes de las albóndigas. No se puede partir de la ciudad sin llevarse puesto un plato de tortellini y alguna preparación con mortadella. La mejor apuesta es compartir helados en lGalliera 49.

MAMbo, el museo de arte moderno y contemporáneo, es el sitio de encuentro de la vanguardia estudiantil.

Dublin, para el brindis

Cerveza compartida con lugareños conocedores y amables, una vibrante vida de pub y tiendas vintage. La ciudad tiene todo para conocer gente y pasarla bien. Desde el famoso Trinity College (una visita de 30 minutos introduce en todo lo que se necesita saber del centro académico) a las calles que mezclan algo de juvenil tendencia con rústica historia.

3FE es un sitio ideal para el desayuno, en tanto la cadena Itsa con múltiples cafés y restaurantes, idea de dos hermanas, Domini y Peaches Kemp, sostienen un comer ligero, saludable y con conciencia ambiental.

Hablando de cerveza, Almacén Guinness es el sitio por excelencia para conocer. Gravity Bar, al final del recorrido por la planta, es el imperdible para tomar una pinta gratis antes de irse. La cena tiene un clásico predeterminado: Temple Bar. Es un sitio muy turístico, pero ineludible. O’Neil’s, a pasitos de allí, es un pub con historia en wisky que tiene más de 300 años. Si no se hacen amigos nuevo allí, no se hacen en otro sitio. 

Durante el día o la noche no se puede evitar una pasada por Grafton Street, a principal calle comercial de la ciudad. Es el sitio ideal para las selfies o para instagramear.

Budapest, la escondida

Su locación se encuentra en el radio de Europa donde los viajes siguen siendo relativamente más accesibles. Un valuarte interesante a la hora de pensar el paseo entre los más jóvenes. 

En verdad la localidad son dos ciudades en una: Buda y Pest, divididas por el río Danubio. Es pequeña y asequible. Su sistema de transporte público es excelente y cientos de sitios antes abandonados, ahora se han reconvertido en bares de tendencia y clubes nocturnos. Edificios casi desiertos donde se escurren pubs bulliciosos. El barrio judío es el elegido para las reuniones, con un alto nivel de multiculturalidad, tal como en el moderno Szimpla Kert que organiza noches de música en vivo, jornadas de cine y tiene galerías de arte.

El club Instant, en cambio, ubicado en el centro, tiene un patio con más de 8 bares.

Por Flavia Tomaello